Sinopsis:
La presente investigación emerge entonces del propósito de construir una reflexión ética. Una ética no estática, no anclada en el deseo de reconocimiento (o en el deseo del Otro), sino con base en el reconocimiento del deseo, la cual definiré en términos de Ética del deseo.
Lacan señala que el inconsciente aspira más bien a un «querer ser». Pero también nos dice que «el deseo es el deseo del Otro», fórmula radical que nos lleva a suponer un sujeto alienado. Es decir, si el deseo es el deseo del Otro, ¿qué nos queda de lo propio del sujeto?, ¿qué nos queda de responsabilidad y libertad? Y más aún, ¿cómo proponer una ética que salga de este circuito de alienación, una ética del deseo? La pregunta que Lacan formula en el seminario dedicado a la Ética del psicoanálisis (¿ha actuado usted en conformidad con el deseo que lo habita?) no es nada fácil de responder, ya que apunta a aquello que nos habita, que nos atraviesa, que nos agujerea, que nos deja en falta y acerca de lo cual no podemos saber casi nada.
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