Sinopsis:
La escritura como disolución de lo dicho ha permitido hacer del suicidio un acto estético. / Las fronteras de la muerte… lugar donde soy habitado en los minúsculos espacios de la memoria del otro, ahí donde no logro ser, sino a merced de los afectos impropios; un acto injusto y desdeñable para los difuntos que me han amado / Si es que acaso la muerte no llega, habrá que invitarla y asesinarla. Ser la muerte de la muerte. / Los escribientes mienten, porque de lo escrito solo se puede imaginar y no hablar. Los que hablan se escriben inciertamente. / Que nuestras lenguas nos ahorquen y que los gritos sean el testigo supremo del silencio universal. / Escritura animal / Escritura bastarda / Escritura enfermedad